lunes, 11 de abril de 2016

Encrucijada




ENCRUCIJADA
Francisco Manuel Nácher López


¿De dónde apareciste, en la distancia,
con tu alma de cristal,
a despertar dormidas añoranzas,
a suscitar febriles esperanzas 
con fuerza inusual?

¿Qué vibración pusiste en movimiento,
tan igual a mi igual,
que derriba murallas y cimientos
y destruye y produce sentimientos
y que me hace soñar?

¿Por qué tan a destiempo y contrapelo?

¿por qué sin avisar?

¿Es el bien o es el mal todo ese anhelo
que parece raptarme a ras del suelo
e invitarme a volar?

¿Son los ecos de antiguos arquetipos
que pugnan por vivir?

¿O anuncio de un amor aún no vivido,
sin causa, prematuro, no escogido
y que habrá de venir?

No te conozco y siento que te vivo
y estás cerca de mí.

¿Qué misterio tan denso y tan querido,
qué certeza tan loca y sin sentido
me hace tender a ti?

Llenas mi mente, inspiras mis palabras
y nublas mi razón.

¿Qué es esto tan sutil, tan suave y tierno,
que no sé si es producto del infierno,
o si es del cielo un don?

¿Se trata de un castigo, de un reclamo
o de una tentación?

¿Es promesa o vislumbre de algo malo?

¿O prueba o recompensa o sueño vago?

¿O es una bendición?

Yo no sé responder, ¿puedes tú hacerlo?

¿Puedes decirme tú,
sabiendo que el presente está vedado,
si es futuro tan sólo o es pasado
esa brillante luz?

¿Y qué debo yo hacer? ¿Debo apagarla
y dejarla morir?

¿O debo protegerla, alimentarla,
mimarla, mantenerla, venerarla,
y vivir sin vivir?

* * *

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